viernes, mayo 05, 2006

Chistes de abueletes

Tres viejos estan sentados en un banco tomando el sol.
- Jo, si es que hay que ver lo que es la edad... tengo 70 años, y todos los dias a las 7 en punto me levanto con unas ganas horribles de mear, pero no hay forma, tu, me paso el dia entero queriendo mear pero no puedo.
- Pues eso no es nada. A mis ochenta años, me levanto a las 8 y lo primero que hago es irme a cagar, pero nada, que no hay manera, oye, y asi me paso el dia entero.
- Lo mio es peor. Con mis noventa años, yo meo todos los dias a las 7 y cago a las ocho; luego, a las nueve, me despierto.


Una pareja se va a casar. Él tiene 90 años y ella 85.
Entran en una farmacia y el novio le pregunta al farmacéutico:
¿Tiene remedios para el corazón? Sí contesta el farmacéutico.
¿Y remedios para la presión? Sí.
¿Y remedios para la artritis? Sí, también tenemos.
¿Y remedios para el reumatismo? Sí.
¿Y Viagra? Sí, también.
¿Y remedios para el colesterol? Sí, también, tenemos de todo.
Entonces el novio mira a su novia y le dice:
Querida, ¿qué te parece si ponemos la lista de bodas aquí?


Una agradable ancianita va a su doctor y le dice:
- Doctor, me duele un poco el hombro...
- Es su único problema - dijo el médico con un rostro algo extraño.
- No, además tengo un pequeño problema con los gases, pero realmente esto no me molesta mucho. Mis flatulencias nunca huelen y son siempre silenciosas.
De hecho, me he tirado más de 20 desde que estoy aquí en su oficina pero, como lo dije, Usted ni se ha enterado ya que son silenciosas y sin olor...
- Mmmhh, dijo el facultativo manteniendo su particular expresión en la cara... le voy a dar dos pastillas que quiero empiece a tomar de inmediato y venga nuevamente la semana próxima.
A la semana siguiente regresa la simpática ancianita al consultorio y cuando llega su turno ingresa con una expresión de enojo en su cara.
- ¿Cómo estamos? - le dice el médico.
- Mire Doctor, no sé que me ha hecho con las pastillas que me dio, pero si bien el hombro ya no me duele más, ahora mis gases huelen de un modo horroroso... que digo horroroso...apestoso... Siguen siendo silenciosos como antes, pero el olor es verdaderamente inaguantable.
- Bien, bien - dijo el médico
-ya curamos el hombro y la sinusitis, vamos a ver ahora el tema de su sordera...

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